El mexicano Arturo Ripstein es uno de los personajes más importantes de la cinematografía latinoamericana contemporánea. Su experiencia se ha plasmado en unos 40 filmes y el lunes se convirtió en el primer realizador en ser reconocido con la Medalla Bellas Artes, uno de los máximos reconocimientos culturales de México.
Pero Ripstein dice no haber logrado sus objetivos fílmicos a lo largo de casi medio siglo.
«Nunca hice exactamente lo que quería; intenté hacerlo, no necesariamente salió así. Tuve el privilegio de hacer cine y con ello tuve un castigo, que consiste en que tengo que sentarme a ver las películas y eso cuesta muchísimo’‘, dijo a los medios luego de ser condecorado. «Después de ver toda mi obra, un día me sentí en una crisis; hubiera querido ser otro», agregó.
Arturo Ripstein, de 70 años, es el primer cineasta en recibir la medalla otorgada por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, con la que se reconoce a personalidades sobresalientes con una trayectoria de más de 20 años.
El director de películas como «El coronel no tiene quien le escriba» y «Profundo carmesí» destacó que una carrera tan longeva como la de él «es muy difícil para las nuevas generaciones» pues muchos son realizadores «de moda».
«Hay una cuestión muy singular entre los que son famosos y los que son buenos. Si eres famoso es porque debes ser bueno», expresó. «Se necesita una mirada penetrante y una mirada desafiante, porque, lo que pretendo humildemente hacer, junto con mis compañeros de generación y los que hacen un cine con ambiciones, es muy peligroso».
Ripstein debutó formalmente a los 22 años con la cinta «Tiempo de morir», cuyo guión fue realizado por Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. Años antes trabajó como asistente de dirección en la cinta «El ángel exterminador», de Luis Buñuel.
También colaboró con el recién fallecido escritor José Emilio Pacheco para crear el guión de «El castillo de la pureza», que también dirigió. Ha ganado la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián en dos ocasiones por las cintas «Principio y fin» y «La perdición de los hombres».
Desde su perspectiva, actualmente hay una desequilibrio en el cine mexicano, pues antes «las películas mexicanas se estrenaban todas» por lo que muchos realizadores se concentran solamente en la recaudación de taquilla.
«Cambiaron mucho las miradas del cine mexicano», apuntó. «Hay películas que son éxitos descomunales y antes no había. Una película es la más exitosa y a la semana otra la desbanca. No puedo hacer un juicio suavecito sobre esas películas», expresó entre risas.
Cuestionado sobre las posibilidades de que su colega Alfonso Cuarón obtenga un Oscar respondió: «Le tengo enorme simpatía y gran admiración y estoy convencido que va a ganar el premio».
Empero subrayó que «de Cuarón no hablo ahorita porque cada vez que hablo sale el cabeceador del periódico y transforma cualquier diario en el Alarma diciendo alguna barbaridad».
Ripstein que también trabajó con la primera dama de México, Angélica Rivera, en varias telenovelas señaló que ya prepara el guión de su próximo proyecto, que tentativamente se llamaría «Hasta hoy».
AP
