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‘Citizenfour’, ¿un documental o un thriller?


«Citizenfour» es un documental pero también un thriller, es una historia real que sería seguramente tildada de exagerada como una pieza de ficción y eso es lo terrorífico de una película que cuenta cómo el exanalista estadounidense Edward Snowden desveló el espionaje masivo de EEUU.

Con las conversaciones entre Snowden y el periodista Gleen Greenwald, del diario británico «The Guardian», como elemento central, la documentalista Laura Poitras construye una narración con la suficiente tensión como para ser calificada de thriller sobre la entrega por parte del extécnico de la

Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) de los datos que demostraban ese espionaje.

Una película que se estrena hoy en España y que ofrecen canales televisivos de pago en Estados Unidos y Reino Unido, tras haberse proyectado en festivales y haber ganado el óscar al mejor documental en la última edición.

En enero de 2013, Poitras comenzó a recibir emails codificados y enviados por Citizenfour, el nombre bajo el que se escondía Snowden, que aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA en colaboración con otras agencias de inteligencia.

Cinco meses después, Poitras se reunió con Snowden y con Greenwald -posteriormente se uniría su colega Ewen MacAskill-, en Hong Kong, donde pasarían una semana encerrados en la habitación de un hotel para que el exanalista contara todo lo que sabía.

En junio de 2013, «The Guardian» comenzó a publicar una información que provocó una gran polémica.

El documental relata con detenimiento las entrevistas de Snowden por parte de los periodistas y su obsesión por la seguridad, así como su posterior huida desde Hong Kong cuando se desveló su identidad y fue acusado de violar la ley de espionaje estadounidense.

Sin tomar partido pero utilizando muy bien los recursos narrativos para ir aumentando la tensión, Poitras muestra cómo Snowden salió en dirección a Estados Unidos, un viaje que acabó en Moscú, donde el exanalista quedó atrapado durante 40 días en la zona de tránsito del aeropuerto tras ser cancelado su pasaporte.

Finalmente consiguió asilo político en Rusia con la ayuda del fundador de WikiLeaks, Julian Assange -a su vez refugiado desde junio de 2012 en la embajada de Ecuador en Londres-, que trató sin éxito de llevarle a Venezuela, Ecuador o Islandia.

Pese al escándalo provocado, «Citizenfour» mantiene su narración centrada en la continua revelación de secretos gubernamentales que se multiplicaron tras las iniciales publicaciones de las revelaciones del exanalista, más que en las reacciones.

Deja poco espacio a las reacciones gubernamentales. Apenas una escena con el presidente de Estados Unidos, Barack ObamaNo creo que el señor Snowden sea un patriota«-, y algunos momentos de las diversas audiencias que se celebraron en el Senado estadounidense o en el Parlamento alemán para investigar los hechos y limitar -con poco éxito- la acción de agencias como la NSA.

Una falta de acción que el documental no denuncia pero a la que se refiere en alguna de sus últimas escenas, que apuntan a que los países poderosos siguen actuando impunemente para espiar a los ciudadanos con medios cada vez más sofisticados.

La revelación de estos hechos le valieron a Snowden ser premiado en 2014 con el conocido como «Nobel alternativo«, de la fundación Right Livelihood Award, por su «valentía» y «habilidad» para revelar «medidas extremas de vigilancia estatal que violan procesos básicos de la democracia y derechos constitucionales«.

Mientras, Snowden continúa en Moscú, sin poder regresar a su país, aunque cuenta con el apoyo de su novia, Lindsay Mills, que se trasladó a la capital moscovita el pasado mes de julio, según muestra el documental.

Un documental que trata de eliminar cualquier rastro de actuación interesada por parte de Snowden, un joven de 29 años en el momento del comienzo de la historia (ahora tiene 31), convencido de que, como ser humano, la mayor satisfacción está en ayudar a los demás.

Tímido pero seguro de sí mismo, con profundos conocimientos de todo lo que cuenta, y obsesionado con la exposición en la que vivimos debido a internet y con la falta de límites en la actuación de los gobiernos en aras de una mayor seguridad frente a amenazas exteriores.

Ahora habrá que esperar a la visión, seguramente menos objetiva, que Oliver Stone dará de la figura de Snowden en una película cuyo rodaje está previsto para este año en Alemania y que contará con Joseph Gordon-Levitt como protagonista.

EFE